No se puede separar el aprendizaje de aquello que lo genera: el estímulo. En el caso de la audición, los estímulos auditivos. Esta es la razón por la que muchos de los problemas de aprendizaje son en realidad, problemas de procesamiento auditivo.
Los estímulos auditivos miden solamente lo que somos capaces de oír, pero eso no es suficiente. La audición humana es un fenómeno más complejo, afecta a la comprensión, las relaciones personales y la conducta.
Al realizar una audiometría observamos si un niño oye, pero si queremos saber si su audición le repercute en su aprendizaje debemos realizar una audiometría funcional, es decir, como funciona su PAC o procesamiento auditivo central (lo que hace el cerebro del niño con las ondas que le llegan a través de sus oídos). Entre 0 y 30 decibelios se considera audición normal, pero si tiene un oído en 5 decibelios y otro en 30, le generará dificultades en el aprendizaje, como lo harán los cruces en las audiometrías o picos y valles, lo que representamos en la siguiente audiometría.